"Luciano de Samósata es un escritor, un cómico mordaz y un pensador enmascarado. Luciano es una suerte de Woody Allen de la antigüedad y, como este último, un francotirador de la cultura que hace del humor su arma más mortífera. Luciano es un perturbador, un insolente enfrentado a la hipocresía reinante, la farsa a la que sucumben tanto el hombre antiguo como el contemporáneo.
En los dos textos que presentamos en este volumen, la pluma ágil y ligera de Luciano arremete contra la instrumentalización y la banalización de la cultura, tan común en aquel S. II como en nuestro S. XXI.
En El bibliómano ignorante, Luciano dirige sus feroces e hilarantes acometidas contra un famoso personaje de la época: un hombre rico, aficionado a los jovencitos y los chaperos, que engrosa cada día su biblioteca con nuevos libros -que nunca lee- con la esperanza de mejorar así su imagen y posición social.
En el segundo de los textos, Si busca la vida buena, ¡compre uno de nuestros estilos filosóficos!, Luciano recrea una delirante subasta de filósofos en la cual Sócrates, Pitágoras, Diógenes o Heráclito son puestos a la venta ante una masa diletante que aspira a obtener la vida buena mediante la compra de un pensador de renombre y sus enseñanzas."
Es chocante leer un texto crítico de hace dos mil años y darse cuenta de que tiene perfecta validez y aplicabilidad para hoy en día. Exceptuando detalles como los esclavos, los sodomitas (o al menos el término, que los sujetos siguen existiendo) y poco más, nos encontramos con una crítica feroz de Luciano contra un "pobre desconocido" que es objeto de su ironía y furia dialéctica más incisiva. Pues este personaje no sólo se dedica a coleccionar libros sin leerlos (¡gran blasfemia!) sino que además es aficionado a los muchachos jóvenes. Luciano no puede soportar tantos horrores y da rienda suelta a su lengua, para divertimento y risa del lector.
En el segundo texto, acudimos a una subasta surrealista donde los bienes subastados son los más famosos filófosos: Pitágoras, Heráclito... hasta el "perro" Diógenes encontrarán dueño en esta compra-venta demencial, para el disfrute de todos nosotros.