viernes, 28 de enero de 2011

La maldición de Whitechapel (Janire Rámila)



"En el otoño de 1888 la ciudad de Londres asistió atónita a una serie de muertes protagonizadas por un feroz asesino conocido como Jack el Destripador. En pocas semanas el miedo se instaló en el barrio de Whitechapel, en cuyas calles empedradas y apenas iluminadas iban apareciendo los cuerpos salvajemente mutilados de aquellas mujeres que aún osaban internarse en la penumbra y la niebla londinense. Sólo un hombre comprendió el horror al que Scotland Yard debía enfrentarse: el detective Frederick Abberline, el inspector más condecorado de la moderna Policía Metropolitana.

Esta es la narración de aquellos apasionantes meses en los el Destripador logró poner en jaque a todo un país, forzando incluso la intervención de la propia reina Victoria. La narración de un duelo entre el mejor asesino de todos los tiempos y el policía más íntegro y audaz con el contaba Scotland Yard. Un relato fiel a los hechos originales, donde la niebla, el traqueteo de los carruajes y el humo de las miles de tabernas que poblaban Whitechapel se convierten en actores secundarios de la historia.

Gracias a este libro comprenderá en qué falló la actuación policial, por qué y cómo mataba realmente el Destripador a sus víctimas, cómo se hubiera desarrollado actualmente esta investigación con las modernas técnicas forenses… y quién pudo esconderse realmente bajo la capa y chistera del primer asesino en serie moderno."

Estupendo trabajo de investigación sobre este famoso asesino del que sin embargo no sabemos (ni sabremos nunca) su identidad.
Recorreremos las estrechas callejuelas del londres victoriano, charlaremos con sus fulanas y seremos testigos de cómo Jack va acabando con ellas de una forma cada vez más macabra, hasta la barbarie cometida con la quinta de ellas. Leeremos las cartas que Jack y mucho loco con afán de protagonismo, enviaron a la policía. Conoceremos a multitud de sospechosos de haber sido Jack, pero ningno de ellos con pruebas irretutables para serlo. Incluso conoceremos la complicada hipóteis de la corona, donde el asesino pudo haber estado encubriendo secretos de la realeza.


Un libro espléndido para los amantes de las historias oscuras, con la
advertencia de que las imágenes explícitas de las víctimas destripadas pueden herir la sensibilidad del lector.
Mañana, en el trabajo, nos dirigiremos a nuestros superior diciéndole "querido jefe..."

jueves, 27 de enero de 2011

La tumba del tejedor (Seumas o´Kelly)



"Mortimer Hehir, el tejedor de un pequeño pueblo irlandés, ha muerto, y sólo dos ancianos, el picapedrero Cahir Bowes y el fabricante de clavos Meehaul Lynskey, pueden encontrar la tumba de su clan en el lúgubre y ancestral cementerio de Cloon na Morav —el Prado de los Muertos—, donde únicamente las familias más antiguas del lugar tienen derecho a ser enterradas. En su tragicómica búsqueda les acompañan dos jóvenes enterradores y la viuda del tejedor, quienes asisten a las continuas trifulcas de los viejos, obcecados en probar su conocimiento del cementerio y, por ende, de la historia de sus inquilinos. Se trata de su última oportunidad de demostrar al mundo su tardía utilidad, aunque sea a costa de enzarzarse en una grotesca farsa con tintes absurdos sin nada que envidiar al humor negro y metafísico de Samuel Beckett o Flann O'Brien."

Para todo aquel que desee pasar una buena tarde con un relato realmente divertido y ameno, no exento de humor y originalidad, que no pase por alto este título. Asistiremos a la búsqueda de la tumba que por derecho le corresponde al difunto en un antiguo cementerio, pero sólo los más ancianos del lugar conocen (o creen conocer) su emplazamiento exacto. Las peleas de los viejos en su afán de protagonismo provocarán sin duda la risa en el lector.


Un matrimonio de provincias (Marquesa Colombi)



"Un matrimonio de provincias
se publicó en 1885. En 1973 Italo Calvino la rescató del olvido al publicarla en la colección Centopagine, de Einaudi, precedida de una introducción de Natalia Ginzburg, incluida en esta edición como posfacio.

La monótona vida que lleva Denza Dellara, la protagonista de esta novela, en una pequeña ciudad del norte de Italia da un vuelco el día que se entera de que un joven de buena posición ha puesto sus ojos en ella."

Deliciosa novela donde se nos narra, sin descripciones eternas de paisajes o situaciones, la vida de Denza, una joven pueblerina que está empezando a vivir. Seremos partícipes de cómo Denza descubre su belleza (sólo porque otros se lo dicen) y busca la atención de un jóven apuesto que en realidad ni siquiera conoce.

Recuerdo cómo en ocasiones al leer esta novela me decía a mi mismo: "no puede ser", "no lo hagas", y cosas por el estilo. Y es que la autora consigue que nos encontramos caminando al lado de la coqueta Denza en busca de una palabra, una mirada, de ese joven del que tan poco sabe.

El final... como la vida misma. O quizás es lo que Denza buscaba, quién sabe.


miércoles, 26 de enero de 2011

Eugene Pickering (Henry James)



"Eugene Pickering, el protagonista de esta nouvelle de Henry James publicada por primera vez en 1874, ha vivido toda su vida a la sombra de un padre autoritario e inflexible. Muerto este, viaja a Europa con la idea de permanecer en el Viejo Continente durante seis meses. A los pocos días de haber llegado a Homburgo, primera etapa de su viaje, y cuando empieza a sentir ya una «sensación febril de liberación», recibe una carta del padre de la joven con la que está comprometido desde que eran niños. Convencido de que la carta supone el fin de su recién estrenada libertad, decide no abrirla y pedirle a su amigo el narrador que la guarde hasta que él se la pida."

Segunda novela de la nueva y bienvenida editorial "Contraseña" y grata sorpresa para todos aquellos que buscamos al leer algo más que pasar el rato. Ante tanta "novela del año" que aparece cada 2-3 días anunciada a bombo y platillo, se agradece recuperar un clásico de esta índole, cuyo desenlace nos hará mirar nostálgicos por la ventana tras acabar su lectura.

Muy adecuadas ilustraciones de Jesús Cisneros para esta pequeña obra maestra.