lunes, 4 de abril de 2011

El Solitario (Jesús Duva)




"Hijo de una familia acomodada, Jaime Giménez Arbe empezó a dar muestras de su rebeldía desde muy joven. A los 15 años fue expulsado del Liceo Italiano, a los 17 estuvo preso en la cárcel de Carabanchel por robar cuatro guitarras eléctricas y unos equipos de voz. Fue músico callejero en Suecia, se casó en dos ocasiones y tuvo dos hijos.
Tras varios años de residencia en el extranjero regresó a España y desde 1994 empezó a atracar bancos cada vez con más asiduidad. Actuaba sin cómplices, ataviado con peluca y barba postizas, chaleco antibalas y armado. Antes de dar un golpe recorría una y otra vez el camino hasta su objetivo y
apuntaba en unos cuadernos de colegio cualquier posible amenaza o información útil en caso de fuga: cuarteles de la Guardia Civil, radares, posibles atajos, etcétera. Se lo empezó a conocer como El Solitario y a fraguarse su leyenda. Durante trece años mantuvo en jaque a las fuerzas de seguridad del Estado que buscaban un hombre sin rostro, una sombra."

Sin duda, permanece en nuestra memoria las imágenes de este peculiar personaje (atracador y asesino) a la salida unos juzgados en Portugal gritando: "Salud, españoles. Soy el Solitario". Tras decenas de atracos y decenas de miles de euros en botines, dos Guardias Civiles asesinados por arma de guerra, tiroteos en varios municipios con la Policía Local y más de diez años burlando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, "El Solitario" cayó cuando se disponía a golpear en Portugal. Y todo gracias a un chivatazo a la Policía de, supuestamente, un antiguo compañero de fechorías.
Este libro nos muestra la problemática juventud del susodicho, sus líos amorosos con su novia brasileña, sus golpes, planificación minuciosa, seguimiento, captura, condena y defensa en el juicio a sí mismo del que decía ser "un expropiador de bancos" al más puro estilo Robin Hood.


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