"Toledo, 1560. El matemático lombardo Juanelo Turriano, antiguo relojero del emperador Carlos V, se propone llevar a cabo su sueño más ambicioso: la construcción de un ingenio para conducir agua desde el río Tajo al Alcázar de Toledo, aun cuando deba financiar el experimento con su propio dinero. Veinticinco años después, el rey envía a su arquitecto Juan de Herrera para supervisar las obras de reconstrucción del Alcázar y los castillos de agua de Turriano, pero éste, amigo de Turriano, tiene por delante otro cometido: averiguar el destino de don Antonio, un soldado autómata invencible, cuyo diseño es codiciado por todos y fuente de problemas para su inventor.
Memorias de un hombre de palo ofrece al lector un fresco del siglo XVI deslumbrante tanto en sus luces como en sus sombras, lleno de peligros, conjuras y aventuras protagonizadas por un hombre íntegro. En definitiva, la materia de que están hechas las buenas historias de siempre. "
Guardaba un buen recuerdo de la anterior novela de este escritor, "El Club Lovecraft". Finalmente decidi leer este su segundo libro y ahora me alegro de la decision, pues se trata de una novela tremendamente amena y asequible, con el rigor historico que caracteriza al autor pero con sus habituales y deseables detalles fantasticos.
En este libro, la historia gira en torno a la planificacion y posterior construccion de un artilugio para subir el agua del Tajo desde su orilla hasta la ciudad de Toledo, muchos metros mas arriba, objetivo conseguido parcialmente por romanos y arabes. Su artifice, Juanelo Turriano, encontrara amigos y amores que le ayudaran en su tarea, pero tambien enemigos que desearan que en vez de agua corra la sangre.
Pero Juanelo no solo se ocupa de este proyecto, pues prometio al rey Carlos V la construccion de un soldado automata ... un arma que haria invencible a cualquier nacion que lo poseyera...